
Estas extrañas fresas crecen en invernadero, primero son verdes y luego van palideciendo hasta quedar blancas con semillas rojas, lo contrario de las fresas comunes. Fueron descubiertas en Sudamérica y rescatadas de la extinción por granjeros suecos. Son más pequeñas que las fresas comunes y tienen un sabor similar a la piña. En verdad que es raro este mundo, las curiosidades (variedades) de la naturaleza no dejan de sorprenderme.
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